Serenidad en medio del fragor
Previamente reformado por un buen arquitecto hispano-venezolano y con una excelente distribución espacial, este apartamento de soltero en una finca del siglo XIX con vestigios de la antigua muralla de la ciudad en sus áreas comunes, requirió la cuidadosa actualización de instalaciones, equipos, acabados y mobiliario. Se trató en todo momento de jerarquizar la presencia de la gran ventana que da, en el horizonte, hacia la magnífica Catedral de la Almudena. La operación resultó en su renacimiento con nuevo brillo, listo para acompañar (a distancia prudencial) la vida fulgurante de la alegre calle madrileña de Cava Baja.
Fotos: Lucía Marcano